Relatos llenos de excentricidad y manías
Estas breves historias relatan diversos sucesos que caracterizaron a virtuosos de la pluma como Emily Dickinson, Thomas Dixon, Voltaire, entre otros
La vida de los escritores, generalmente, está rodeada de relatos llenos de excentricidad y manías, que al final, determinan la genialidad con la cual realizaron sus obras, comenta el sitio hojaenblanco.com
Existe el caso de una escritora que describió al mundo en sus textos, pero jamás realizó un viaje. Otro, decidió aprender braille, para cuidar su vista. Y uno más, fue despedido del periódico Examiner de San Francisco, porque no tenía talento. Los sitios sobrecuriosidades.com, digitalnorte.com.ar y misletrasliterarias.com recopilaron estás y más historias de los virtuosos de la pluma y sus excentricidades. Comencemos con Thomas Dixon.
1. Cuando D. W. Griffith produjo su película "El nacimiento de una nación", se inspiró en el libro The Klansman, de Thomas Dixon, como base para el guión. Acordó pagar a Dixon 10 mil 000 dólares por los derechos, pero se quedó sin dinero y sólo pudo costearle 2 mil 500 por la opción original. Por el resto, le ofreció un interés del 25 por ciento sobre las ganancias de la película. Dixon aceptó de mala gana. Al final, sus ingresos se convirtieron en la suma más grande que ha recibido jamás algún escritor por una historia para el cine: varios millones de dólares.
2. Emily Dickinson, cuya poesía emociona ahora a millones de personas, dio vuelo a su imaginación y se dedicó a describir la Tierra, el firmamento y el mismo cielo. Pero sólo abandonó Massachusetts, su estado natal, una única ocasión, para visitar a su padre en Washington, donde era diputado. Se convirtió en una auténtica reclusa, que no permanecía en la misma habitación con sus visitas, sino que hablaba con ellos desde una habitación vecina.
3. Aunque no estaba ciego, pero tenía vista deficiente, Aldous Huxley aprendió braille para poder dar descanso a sus ojos doloridos, sin tener que renunciar a la lectura, de la que tanto disfrutaba. Una de las compensaciones, decía Huxley, era el placer de leer en la cama en la oscuridad, con el libro y las manos cómodamente bajo los cobertores.
4. Herman Melville no destacó como figura literaria hasta mucho después de su muerte, en 1891. Se había desilusionado tanto por el fracaso comercial de Moby Dick (1851) y otras novelas, que renunció a la pluma y se convirtió en un oscuro empleado en la administración de aduanas de Nueva York. Su obra Bill Budd fue publicado después de 1924.
5. Según varios eruditos, las dos últimas obras de Shakespeare: "Enrique VIII" y "Dos parientes nobles" fueron escritos en colaboración con John Fletcher, otro dramaturgo inglés de aquel tiempo.
6. El gran poeta francés François Villon llevó una existencia de robo y muerte que en varias ocasiones pudo haber terminado en el patíbulo. Nadie sabe dónde, cuándo o cómo murió.
7. No se preocupó mucho por sus estudios, y en realidad jamás terminó la enseñanza secundaria. Como pasaba más tiempo leyendo que atendiendo su trabajo, perdió su puesto de administrador de correos de la comunidad. "Que me cuelguen" dijo tras perder su empleo, "si intento estar a disposición de todo bribón ambulante que tenga dos centavos para invertir en un sello postal". En 1949 se le otorgó el premio Nobel de Literatura... era William Faulkner.
8. El escritor satírico francés Voltaire contribuyó con un enorme servicio a la ciencia. Hizo que una de sus amantes escribiera una traducción al francés de la obra maestra de Newton Principia Mathematica, y luego él mismo escribió un comentario. La gracia de lo escrito por Voltaire ayudó a popularizar en toda Francia los conceptos de Newton.
9. Sir Walter Scott fue un escritor muy prolífico, que obtuvo con sus obras fama y éxito. Por desgracia, invirtió casi toda su recién ganada riqueza en empresas editoriales que fracasaron con la depresión de 1826. Scott contrajo deudas por la estremecedora cantidad de 130,000 libras esterlinas, y dedicó el resto de su vida a escribir para pagarlas. Con el paso del tiempo murieron su esposa, su hijo y su nieto, y él sufrió varios ataques cardíacos; pero hasta el último acreedor fue pagado totalmente.
10. "Lo siento, señor Kipling, pero usted simplemente no sabe emplear el lenguaje inglés. Este no es un jardín de infancia para escritores aficionados". Con estas proféticas palabras, Rudyard Kipling, que ya había escrito entonces uno de los mejores relatos en la historia de la literatura, El hombre que pudo reinar, fue despedido de su empleo de reportero por el Examiner de San Francisco.
11. La revista The New Yorker recibe al año más de 250,000 originales de material no solicitado: cuentos, ideas para caricaturas, chistes. Cada uno es revisado como mínimo por dos personas. Aunque sólo se publican de 110 a 120 historias anualmente, este diario da a conocer más relatos de ficción que ninguna otra revista en los Estados Unidos.
12. Walt Whitman fue despedido de su empleo en la oficina india del Departamento del Interior cuando era el secretario, James Harlan, leyó un fragmento de Hojas de Hierba de Whitman, y la consideró "poesía perniciosa".
13. Jean Victor Poncelet sirvió como teniente de ingenieros en el ejército de Napoleón, y fue gravemente herido y dado por muerto en Rusia. De algún modo, logró sobrevivir; fue capturado por los rusos, que le obligaron a caminar durante cuatro meses de invierno hasta la prisión. Mientras estuvo encarcelado, durante un año y medio, meditó respecto a la geometría. Su libro Sobre geometría proyectiva es considerado la base de la geometría moderna.
14. Lord Byron (1788-1824), el poeta romántico inglés, nació con un pie deforme, respecto del cual se ha escrito mucho. Pero ¿era el pie derecho o el izquierdo? Nadie está seguro; la información relativa al defecto físico es muy confusa.
Aquí otras de pilón que si llegaste a leer hasta aquí es porque te interesó.
Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare son considerados los más grandes exponentes de la literatura hispana e inglesa respectivamente; ambos murieron el 23 de abril de 1616.
En el Nuevo Testamento en el libro de San Mateo dice que "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre al Reino de los Cielos". El problema es que San Jerónimo, el traductor del texto, interpretó la palabra "Kamelos" como camello, cuando en realidad en griego "Kamelos" es una soga gruesa con la que se amarran los barcos a los muelles. En definitiva el sentido de la frase es el mismo pero ¿cuál parece más coherente?
El primer libro, Harry Potter y la Piedra Filosofal, fue rechazado muchísimas veces por diferentes agencias literarias.
Las ganancias de la escritora J.K.Rolling son a perpetuidad, esto significa que hasta después de muerta seguirá ganado dinero.
La autora de Harry Potter es más rica que la Reina de Inglaterra y no cree en la magia.
En sus inicios J. K. Rolling, era tan pobre, que al intentar vender su primer libro, escribió a máquina dos copias enteras del manuscrito, porque no tenía dinero para fotocopiar el original.
Alfred Nobel, quien hizo su fortuna en la industria del aceite en los campos de Rusia y por medio de la venta de dinamita y otros explosivos, donó al momento de su muerte $9.2 millones de dólares para el premio que lleva su nombre, el Premio Nobel de la Paz. Algunos dicen que estaba consternado por haber incrementado la habilidad de la humanidad para matarse unos con otros. Hoy, los premios Nobel son otorgados también a personas destacadas en las áreas de la física, química, psicología, medicina y literatura.
Era para inspirarse: Mary Wollstonecraft Shelley, la autora de Frankestein, tuvo en su escritorio el corazón de su esposo fallecido, el poeta Percy Bysshe Shelley.
Gabriel García Márquez nunca usa el adverbio "mente" cuando escribe (como en el ejemplo "él estaba locamente enamorado de Constanza").
Jorge Luis Borges no es el autor del famoso poema "Instantes". Pertenece con seguridad al periodista norteamericano Don Herold, aunque hay quienes afirman que fueron escritos por la también norteamericana Nadine Stair.
El dramaturgo griego Esquilo murió en el año 485 A.C. cuando un águila dejó caer una tortuga viva sobre él al confundir su calva cabeza con una piedra.
Frank Baum, autor de "El maravilloso Mago de Oz", se inspiró para poner el nombre al país de Oz en el cajón de un archivador cuya etiqueta de ordenación alfabética indicaba "O-Z".
Graham Greene, escritor británico autor de "El Tercer Hombre", "El Americano Impasible" y "El Factor Humano", entre otras, dedicaba diariamente a la escritura justo el tiempo que tardaba en escribir 500 palabras.
La bestia en la cueva fue el primer libro escrito por H. P. Lovecraft tan solo a los quince años de edad.
La obra maestra de Gustave Flaubert, Madame Bovary, una historia de amor brutal y realista que trataba sobre el adulterio, fue condenada como pornográfica cuando se publicó por entregas en un periódico en 1856, y Flaubert fue acusado de ofender la moral pública y la religión. La corte censuró el libro, pero absolvió a su autor. Aunque la novela estaba vendiéndose a miles, Flaubert dijo que deseaba tener bastante dinero como para comprar cada ejemplar, "arrojarlos todos al fuego y no volver a oír hablar del libro jamás".
El espectáculo de una ejecución pública en París horrorizó tanto a León Tolstoi, que dijo: "Nunca, bajo ninguna circunstancia, prestaré nuevamente servicio a forma alguna de gobierno absoluto".
El gran escritor satírico francés Voltaire contribuyó con un enorme servicio a la ciencia. Hizo que una de sus amantes escribiera una traducción al francés de la obra maestra de Newton Principia Mathematica, y luego él mismo escribió un comentario. La gracia de lo escrito por Voltaire ayudó a popularizar en toda Francia los conceptos de Newton.
Sir Arthur Conan Doyle, el creador de "Sherlock Holmes", practicó sin éxito la medicina como profesión antes de convertirse en escritor de novelas de misterio.
Fuente: El Universal
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