La Dignidad, cuatro preceptos necesarios.

La Dignidad.

Aprende a amarte, 

a no permitir tu orgullo sea ninguneado,

a que manos y lenguas ajenas a ti tengan el poder de deprimirte,

que tu corazon no navegue entre aguas de falsedad y sin escrupulos.

No ruegues.

 Aprende a decir no,

que la verguenza no impida alejar lo dañino,

ten el arrojo de deshacer lazos que no empujar, sino atan,

que tu alma viaje libre a sus propios preceptos y fiel a tus principios.

No dudes.

Aprende a decir adios,

pues todo lo que amas te lo han regalado,

con temple despide lo mas hermoso cuando decida alejarse,

que tu ceño entristecido despida con una dulce sonrisa lo que te hizo tan feliz.

No supliques.

Aprende a morir,

a desprender tu escencia de lo terrenal,

de con sinceridad reconocer el momento de concluir,

y clamar con agradecimiento la dicha de haber trasendido, con lo que te permitieron tus talentos.

Se digno.