EL VACÍO DEL CORAZÓN
Capítulo VII: Escape
Tuve la oportunidad de ser diferente, de
transformar mi fétido destino y mi deseo
solo ha servido para acarrear la nube de
muerte sobre los demás. Lo imperfecto, lo defectuoso siempre dará
resultados acordes a su condición atrofiada. Desde mi comodidad
deprimente busque un giro a mi vida, algo de ensalce a mi rutina hoy aquí en mi
caída mas profunda la vida se burla de
mi osadía, de mi estupidez disfrazada de ingenuidad.
Pensamientos
que inundan a un alma turbada, a una mente que constantemente luchaba con un sentimiento de incapacidad, de
impotencia y que se cree limitado de cualquier valor. Una persona que supo
sobrellevar todas estas emociones, pero hoy la suerte o quizá el destino lo han
obligado a sentirse vencido por fantasmas creados por si mismo desde que
alcanza a tener memoria, lo hiere ver a esos seres imaginarios sin forma saciarse
de su derrota con la burla, buscando dejarle claro cual es su verdadera
naturaleza. Así ha vivido siempre el capitán Lynn, en un estado de negación de
sus carencias.
Las risas y
las burlas de su mente las escucha tan claras como si aquel oscuro salón fuera
el escenario de una obra de teatro fallida.
Avispa la
mirada en el salón duditabundo, su mente se cierra y deja de responderle como
en ocasiones pasadas. Hay en él pensamientos depresivos y de autocompasión. Se
sabe acabado, un cuerpo andante que sólo necesita una bala para alcanzar su
destrucción completa. Dicha idea ya la había considerado en alguna otra
ocasión, más la apartaba de inmediato considerando que era desleal, falto de
valor y es que, aunque tenía claros sentimientos de inferioridad, guardaba un
celoso orgullo, quizá falso también, además de un marcado carácter forjado en
el seno de una familia religiosa.
- ¿Pero qué es Dios? Si existe tal hoy me ha
dado la espalda. A él me aferré mucho tiempo, a su falsa bondad y juicio. – Se murmura mientras su vista busca
fijarse en cada miembro de la sala. Matt muy cerca de él, ya vencido buscando
descanso. Ve su rostro cuya imagen se desvanece y aclara al ritmo del baile
somnoliento que una lámpara ofrece desde el centro de la habitación. El joven
le inspira un sentimiento extraño, no lo entiende bien, hasta hace unas horas
era su subordinado, podía ver en ese momento en los ojos del chico admiración y
respeto que lo embriagaban y en el estado actual se pregunta cual es su lugar,
cuantos escalones ha caído en aquella pirámide donde se sentía la cúspide.
En sus ojos
hay un rastro de frialdad, se puede decir que de muerte, con ellos fija la
atención aún más en Matt, como si aquella vista tenebrosa pudiera tener algún
efecto sobre el somnoliento y jovial soldado. Lo ve frágil, falto de toda
defensa, es un misterio lo que aquella mente articula mientras clava aún más la
mirada. Más en una mezcla extraña de temor y sobresalto la aparta al escuchar
un tosido de una reseca garganta que apartado en la esquina despide Lance.
El capitán
respira exaltado, allá un poco alejado Lance hace guardia, se ofreció para
permitirle a Matt un descanso después de un día muy pesado cuidando a Ralph,
allí sentado con el arma al pecho no ha sido capaz de advertir su extraño
comportamiento, pero le ha servido para abandonar y apartar esa rara situación
en la que se estaba enfrascando. Ahora Lance ocupa su atención, aunque alerta
no puede verlo ya que lo único que el mueve son sus ojos negros. Con ellos se
puede sentir ese raro sentimiento que evocan, algo así como sensaciones
contrastantes, idas y vueltas a la realidad, una lucha constante por tomar el
control, al momento que su cabeza se sumerge de nueva cuenta en locos
pensamientos. Se sabe en el fondo acabado, pero sobretodo se sabe parcialmente
muerto, todo ha muerto en él, solo su cuerpo por cobardía se negó a aceptar su
destino y hoy lo lamenta amargamente.
- Quisiera tener el valor para terminar, si
Dios me quisiera me daría una nueva oportunidad, si apreciara en algo mi
devoción no estaría sumido en un escaño tan podrido y fétido. Más no lo está,
ya me lo ha demostrado, de hecho jamás lo ha estado. Ha renegado de mí y quien
no lo haría ante un ser tan inservible, famélico e imperfecto. Quisiera tener
el valor yo mismo, la fuerza para salvarme de las podridas ciénagas en las que
me hundo. De Dios ya no quiero esperarlo, hoy anhelo más que nunca ese garfio
al cual aferrarme que me libre de mi destino. Un destino que a cada hecho que
llevo a cabo, a cada instante que transcurre se vuelve más infranqueable, se ha
vuelto mi nido último de descanso, libertad y escape. – Piensa mientras decae.
Sus ojos no
lloran, pocas veces lo han hecho, a veces por fingir ser rudo, en otras por la
falta de un estímulo verdadero que lo amerite. Siguen los murmullos en su
cabeza, las burlas, es tal la situación que su respiración aumenta de
improvisto, como si una lucha en su interior se librara, una batalla por
determinar el hilo de su destino. Las burlas le duelen tanto que voltea a ver
incrédulo a sus compañeros, con un poco de resentimiento al imaginar que desde
ellos se despiden, que se divierten de su estupidez. Allí es cuando viene a él
un pensamiento, una clave para librarse de este embrollo.
Son dos las
ideas que su pobre cerebro logró colocar a su consideración, las dos igual de locas y cobardes, muestra de su
debilidad disfrazada de altanería. La primera trata de buscar volver a su
estado anterior, apartar de tajo cada una de las acciones que por suerte, lo
cree, solo unos cuántos han sido testigos, eso juega a su favor, piensa. Su
mirada infunde temor, como claro indicio de lo que imagina, ver a sus soldados tan propensos lo hacen ver
todo de manera distinta, despiden malicia. Faltos de pudor reflejan un poco de
desvarío. Que fácil sería, seguiría igual
muerto, como antes, pero podría volver al lugar que tontamente dejé para estar
aquí. Mi dignidad deshecha, aunque sólo yo lo sabría y lucharía para
regenerarla. Quisiera borrar este día, de la forma que sea quisiera eliminar
todo lo que me lo recuerde, eso alejaría un poco la distancia con eso que sin
duda me espera. El matarlos me daría vida, continúa mientras que respira
hondo y sus ojos brillan. Sería mi
renacer.
¿Pero que digo? ¿A quién intento engañar? Busco
redención de la manera más estúpida, pero es que ¿Hasta donde ha llegado mi
bajeza? Mi condición se acerca a lo ridículo y lo grotesco, buscar expiar mis
culpas eliminando a aquellos han sido testigos de mi vileza, infamia, de mi
nulidad, de mi perfecta incompetencia, como si eso al fin me liberará. Como si
con tal acto pudiera borrar aquello que me produce asco, - sonríe un poco, una sonrisa de
lástima y de nerviosismo por lo que esta pensando. Solo
existe una forma de borrar mi podredumbre.
- Un alma a quien Dios mismo ha abandonado no
tiene ya motivos para sostenerse, un alma para la cuál su familia y el
sobrevalorado amor nunca han sido su apoyo. Eso soy yo, un ser sin ningún
apego, sin aderezo a su existencia y tontamente buscando reconocimiento,
negándome a creer que de mi solo se despide mediocridad, destinado a estar
permanentemente arañando el suelo mientras mi mente engañada se imaginaba
acariciar el firmamento. ¡Vaya falacia! ¡Vaya atrevimiento! Debio haber pensado
Dios entre burlas.
Los ojos
del capitán Lynn lucen ausentes mientras todo esto se desencadena en su mente,
faltos de brillo, parecen sin vida, como perdidos en la oscuridad,
ensimismándose cada vez más, al tiempo que aquellas voces de su cabeza
consiguen derrotarlo, hoy luce más vencido que nunca, convenciéndose mientras
mas lo piensa de su insignificancia.
- He vivido al momento, sin metas claras
autoimpuestas, viviendo con vaguedad y desazón bajo la dirección de otros, el
afecto de una cariñosa madre no pudo opacar lo hiriente de la indiferencia de
un duro padre, quizá buscaron moldearme a su antojo, más no pudieron darle
forma a mi mente, la fuente de todas mis carencias y vicios. Ni siquiera el
cariño, el deseo y el amor de mi
prometida lograron alentarme; aún ella un cambio impuesto no de mi elección. La
única manera que encontré para transformar mi asfixiante existencia, vino a mi
como un rayo de luz, un rayo de esperanza que me arrancaba de las garras de mi
cruel destino, ese escape que siempre ha estado en mi camino, pero que en medio
de mi sobrevaloro me negaba a consentir, esta guerra se me presentó como mi
salvación. Imaginé la mano del Salvador compadecido ante mi inminente caída y
me abracé a ese destello. ¡Qué estúpido!, sólo un ser anormal y con su mente en
desvarío es capaz de encontrar en la muerte y la destrucción su dicha y alegría.
Las voces
de seres psicodélicos lo han quebrado completamente, lo gallardo y orgulloso
han desaparecido, no es que no sufra la muerte de sus soldados, es sólo que ha
sido solo una gota más que derramó el vaso. Todo se ha unido para vencerle, se
siente burlado por aquello que el llegó a ver como su esperanza, hoy comprende
que no hay más lucha para él, ha perdido lo elemental: el deseo de vivir.
Ha pasado
gran parte de la noche, se ha mantenido ajeno a su entorno y al paso de este, a
la llegada del viento, al arrecio de la tormenta. Aquella sala semi iluminada
no le representa nada, siempre ha sentido la amargura de la soledad, como un
mal crónico, ausente de las alegrías de la vida
y bebiendo constantemente las tristezas, un ser deprimido, caído, destrozado
y que ahora abraza su arma, una Colt M1911 que simbolizaba su rango y ahora no
significa nada, da razón a sus temores que constantemente lo cuestionaban
dentro de si; un error como él debe morir para escapar de la angustia, de la
culpa y de la vergüenza.
Sus ojos
cerrados desprenden lágrimas, cosa bastante rara en él, se dibuja una sutil
sonrisa que deja ver resignación, cierta aceptación a una condena que ya
conocía desde hace muchísimo tiempo, desde joven, pero que renegaba de ella.
Lentamente abre sus ojos negros, muy apesadumbrados, contemplan sin ninguna
extrañeza la primera claridad del nuevo día, abren de su sueño más profundo,
aquel que lo transportó al centro de su humanidad y para el cuál no necesito
dormir, aunque en ellos no se ve señal de vida desprenden destrucción, sus ojos
no ven, pero han sido descuartizados sus deseos, anhelos, sueños, angustias,
temores; todo aquello que creía de su pertenencia ahora se drenan en abundantes
lágrimas, a pesar de todos sus defectos y carencias él se quería y hasta se
amaba. Sus lágrimas caen al tiempo que finalmente mueve su mano llevando su
revólver de manera pausada, sin prisa pero sin contratiempo, ya no hay nada en
sus ojos ni en su mente.
Aquellos
seres que lo atormentaban finalmente lo han dejado en paz, han cumplido lo que
deseaban, él es incapaz de razonar, incluso cuando quita el seguro de su
revolver y lo coloca sobre su entrepierna. Recoge sus rodillas para ocultar lo
que se presta a hacer. Ni recuerdos ni alegrías pasan por su mente, un acto
instintivo lo hace bajar su cabeza mientras no cesa su llanto, desciende hasta
su frente tocar sus rodillas y hasta donde también lo espera el cañón desde
donde saldrá aquella partícula que le ofrece la liberación. Traga saliva,
solloza un poco y con un valor inusitado en él impulsa sus pulgares fuera de
toda duda. Un impacto cimbra toda la habitación alerta a sus inquilinos, Lance
y Matt por la sonoridad y cercanía del escándalo se alteran, uno despertando
abruptamente de un profundo sueño, el otro quien siendo el guardia nunca lo
notó, ambos se quedan completamente atónitos contemplando mientras los oscuros
ojos del capitán Lynn ven fijamente incrédulos, temerosos, con cierto pánico
hacia la pesada puerta de aquella habitación que acaba de ser azotada, abierta
con furia. Allí la silueta de un hombre se dibuja, enorme, trayendo tras de si
los primeros rayos del sol. Todo es incertidumbre y confusión y se acrecienta
cuando con una furia similar arroja a alguien que traía con él, el capitán Lynn
contempla como un frágil cuerpo vuela por los aires para caer pesadamente en el
suelo sin desprender ningún ruido ni queja, ni el más sutil. Parece un trato
cruel, mientras que en suaves y delicadas telas se eleva una cabeza de cabellos
largos oscuros como el abismo. El Capitán es un caos de emociones y con sus
ojos más abiertos que nunca ve como desde la maraña de lacios cabellos un
rostro joven se asoma, con unos ojos claros llenos de detalles, pero que no son
capaces de mostrar ningún tipo de reacción y emoción, aún cuando han sido
sujetos a tal nivel de barbarie, solo buscan sin encontrar, acompañando al más
bello rostro imaginado, pero que provoca un sin fin y contrastante cúmulo de
emociones al estar palpada en sangre.
- ¡Atiéndala capitán Lynn! – resuena desde la puerta una voz conocida, pero totalmente transformada.
Al Capitán todo le parece irreal, mientras que voltea a ver temeroso esa silueta que también se asoma por la puerta. Los rayos del sol solo le permiten percibir la forma, pero identifica quien es, aunque duda que a él puedan pertenecer aquellos ojos tan llenos de ira, furia y hasta desprecio que lo atemorizan en sobremanera.
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Basada en una obra en coyote-solitario.blogspot.com.
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muy buenos los ultimos dos capitulos.
ResponderEliminarEn los dos muestras algunas perdidas y lo que estas significan para cada uno de los personajes Por una parte la pérdida de un amigo y lo que significa no encontrar lo que en ocasiones estamos “seguros” de encontrar, por otro lado la vaciedad total de un ser humano, donde expectativas y creencias que tenemos de nosotros mismos, no alcanzan a dar un sentido a la vida y donde al final termina “triunfante” al deshacerse de ella….
Buen giro el que da la historia, estaré muy pendiente para el próximo capitulo...
Salu2
R:G:R:M
...... Quien termino con quien no lo se y para aclarar mis dudas seguire la historia hasta el final :)....
Muchas gracias RGRM por tu comentario. Me causó un poco de problema los capítulos anteriores porque como lo he dicho deberíand e ser uno solo, pero simplemente no podía acortarlos los suficiente y terminaron siendo 3. Éste sin embargo estaba destinado que fuera así, y me preocupaba mucho que no se llegara a comprender o asimilar que el Capitán decidiera morir. Llegué a sentir que lo forzaba tanto que lo volvía difícil de creer, por eso quería un capítulo para que se viera esa decaída paulatina.
ResponderEliminarMe da gusto que te haya gustado y en general que hayas seguido la historia que ahora comenzará a dar honor a su nombre. Un saludo.
hola aun sigo esperando la continuacion saludos y espero q estes muy bien ypueda leer el final de la historia
ResponderEliminarR:G:R:M
Jujujujujuju!!! Lo siento mucho, me deje llevar por otras cosas y olvide mi historia, motivo real y ùnico para este blog, quiza tendrè que abrir uno nuevo exclusivo solo para la historia y escritos. Pero ya me pondrè manos a la obra, ya que como lo dije esta historia termina porque termina, ojalà no me pase como con los dibujos que hacia, que al desesperarme les hacia el cuerpo en forma de tripitas para ya no seguirle. XD
ResponderEliminarPero gracias por el llamado de atenciòn, porque se viene la mejor parte de la historia y no tardo mucho en continuarla de manera constante. Un saludo y en serio gracias. :P
ok estare esperando esa continuacion
ResponderEliminarsaludos
R:G:R:M